domingo, 26 de enero de 2014

Líneas maestras (III)

1. Acceso no invasivo al subconsciente por su función defensiva: se debe solicitar la aceptación del subconsciente.

2. Postura armoniosa que favorezca atención, tranquilidad, equilibrio y armonía.

3. En esta situación de armonía podemos aproximarnos a un estado de duermevela o de ondas theta que nos posibilite emplear propósitos que dirijan nuestras creencias hacia una reprogramación del subconsciente.

4. Debemos refrendar en un nivel consciente todos los cambios que hagamos. Para ello tenemos los pequeños cambios que impliquen a nuestro contexto. No obstante, no debemos forzarnos ni alienarnos (obligarnos a ser otro o en función de otro).


5. Hacer nuestro y extraer de nuestro interior sensaciones, sentimientos, valores y pensamientos que pretendemos conseguir, en nuestras dimensiones y contexto personal. Guiar a ellos la práctica, esto es, sentir físicamente el cambio en nuestras creencias durante la práctica.

viernes, 24 de enero de 2014

La evolución y la revolución.

Mirar qué fuimos en el pasado, lejos de constatar hechos con una objetividad casi notarial, es recrear, a la luz de lo que hoy somos - y, por tanto, cómo vemos el mundo - aquello que fuimos y pensábamos que éramos. En este sentido, mirar hacia atrás es un acto nada aséptico, pero comporta -con cierta frecuencia- emociones profundas: orgullo, añoranza, melancolía, tristeza, satisfacción... En el camino de la evolución personal se suele comprobar que había zonas ciegas de nosotros y que, junto a los defectos que creíamos ver, existían virtudes.
En efecto, en nosotros existen aspectos de mérito incuestionable y logros profundos junto con aspectos muy mejorables de nuestra programación subconsciente. Por ello, reprogramarnos debe hacerse en función de nuestras necesidades y no en función de grandes revoluciones.

Integralidad.

Debemos considerar al ser humano como algo integral: mente, cuerpo, identidad, entorno e historia, tanto personal como objetiva. En este sentido toda reprogramación, meditación y/o relajación debe hacerse considerando un modo de vida adecuado a esa unidad contextualizada que somos. Por ello es necesario entender que es imprescindible tener una actividad física adecuada (permanecer activos, no preparase para las Olimpiadas) , una alimentación saludable (sin caer en extremismos ni ortorexias) y un descanso suficiente.

domingo, 19 de enero de 2014

La oración consciente

La oración es una práctica religiosa vastamente extendida por todas las religiones y creencias. Existen, no obstante, en ella dos puntos a remarcar para el cometido de este blog: la oración en cuanto a repetición de fórmulas (emparentado con los mantras e incluso los propósitos) y la oración consciente, en la que el orante establece una comunicación íntima, sincera y radical consigo mismo y desde sí mismo. En esta segunda vis la oración puede ser espontánea o estructurada según una fórmula dada, pero incardinada en el propio ser de una forma personal a través de los tres canales que ya fueron explicados en la entrada de la PNL. Por tanto, sentir qué decimos en una oración o en una formulación de propósitos debe ser una labor tanto cognitiva (idea y evocación ) como física (sentirla). Se trata en definitiva de hacer entrañable, en el sentido literal de la palabra, aquello que pretendemos reprogramar.

domingo, 12 de enero de 2014

Descargas autógenas y somatizaciones.

Las descargas autógenas se refieren grosso modo a cómo nuestra cuerpo produce sensaciones y/o cambios físicos en la realización del Entrenamiento Autógeno. Como ya vimos, en el EA existen sensaciones como el peso, calor o fresco que producen un efecto físico constatable y real. Esto nos plantea el vínculo que existe entre nuestras creencias y nuestra fisiología. Y en tal sentido existe vertiente, rotunda y frecuentemente agresiva : la somatización de conflictos de orden emocional o creencias firmes y resueltas, involuntaria y en apariencia incontrolable.
Estas circunstancias abren el camino al uso de las técnicas de reprogramación para producir efectos físicos, esto es, generar creencias que induzcan en una mejora fisiológica o, incluso, curación. Este aspecto es delicado, puesto que se puede prestar a malas interpretaciones. Su efecto está comprobado para las somatizaciones antes expuestas o para ciertas dolencias con un componente emocional.

martes, 7 de enero de 2014

Ritmo.

Uno de los obstáculos que pueden presentarse en la actividad de relajación, reprogramación o meditación es la del ruido en su más amplia expresión, tanto exterior como interior. Junto al ruido existe la distracción, que debemos considerar siempre como un comportamiento de nuestra mente absolutamente normal y nada merecedor de opresión o rechazo. Ante ello existen dos recursos de interés:
1. Regresar a la práctica y recitación cuando nos demos cuenta de nuestra divagación.
2. Aprovechar el recurso del ruido. Esto es conocido en el yoga, la meditación e incluso en la oración cristiana. Se trata de aprovechar los ritmos de la vida, tanto exteroceptivamente (viento, lluvia, tic-tac del reloj, ruidos en general...) como propioceptivamente para recitar, meditar y, en nuestro caso, formular propósitos. Así pues, en posición de equilibrio, relajados y aunando las manos podemos concentrarnos en la respiración, latido, viento, etc para formular nuestros propósitos, meditar o relajarnos.

domingo, 5 de enero de 2014

La meditación Zen.

El vocablo zen deriva del chino "chan" y este a su vez del sánscrito "dhyana" (contemplación). Se trata de una práctica cuyos orígenes, como tantas otras, se remontan al yoga. Buda simplificó las complejas prácticas yóguicas, particularmente el Hatha Yoga, y esbozó una práctica consistente en:

1. Adquirir una postura equilibrada que favorezca la atención. Esta postura no debe ser ni muy tensa ni excesivamente relajada. En el zen más ortodoxo se propugna sentado sobre los talones, medio loto o loto completo. No obstante, también hay quien lo practica sentado en una silla.


Las manos suelen estar en contacto y armonía.


2. Observar la respiración sin modificarla, o repetir un mantra o numerar las inspiraciones/espiraciones. En definitiva, guiar la atención. Si nuestra mente divaga volvemos con tranquilidad a la práctica, siempre sin forzar.

3. Se evita orientar la meditación a la consecución de la Iluminación, pues ella es un fin en sí misma.

4. La práctica debe ser constante.

Cabe citar como colofón una frase del maestro E. Dogen: "ojos verticales, nariz horizontal; esencia del budismo". Ella refleja el sentido del zen: práctica personal sin dogmatismos.