martes, 30 de agosto de 2022

Prisioneros.

Durante la vida vamos escogiendo diferentes opciones que se nos presentan, y ello implica rechazar todas las que forman parte de la terna. Así, determinados por la genética y el contexto, durante nuestra juventud se nos va presentando un abanico que se va cerrando con el pasar de los años hasta que llegamos a una situación en las que nos podemos sentir maniatados. En ese punto podemos ver cierto fatalismo, pero existe un campo de libertad, y es el enfoque de nuestro pasado y el de nuestro futuro, así como la valoración de nuestro presente y el sentido de lo que somos. Y esto son básicamente creencias.







domingo, 28 de agosto de 2022

Máscaras oportunistas.

Bajo la fachada oportunista de una máscara, verso de Dead Can Dance, yace el verdadero rostro de lo que está oculto. Nuestros terrores y nuestros objetivos suelen llevar su cara cubierta.

¿Qué tememos del fracaso? ¿Qué obtendremos con el objetivo que tanto ansiamos? ¿Qué ocurrirá si abandonamos tal o cual costumbre? Tras sus caretas suelen anidar unos pocos sentimientos: amor, seguridad, pertenencia, sentido, aceptación ...

Enfocar este verdadero sentido de la búsqueda nos da pistas para el trabajo de reprogramación y sobre el origen verdadero de nuestras inquietudes.




miércoles, 24 de agosto de 2022

Sufrimiento escogido.

 Jonathan Heidt menciona de vez en cuando el término "Psicología Pop" para referirse a ese batiburrillo de autores que proponen que el sufrimiento, en particular la ansiedad/depresión, es una elección del individuo, puesto que simplemente cambiando la valoración de un evento, externo o interno, cambian nuestros sentimientos y estados emocionales.  La simplificación de ese modelo es evidente, puesto que ignora los mecanismos automáticos de nuestra mente, la intensidad de las experiencias, los hábitos, el contexto o la genética. Evidentemente, la clave es hacernos cargo de nosotros mismos, pero el modelo raya en lo ridículo.

En ese sentido, y como queda expuesto a lo largo del blog, muchos de nuestros sufrimientos están anclados en nosotros y actúan de forma automática según ciertos patrones. Reprogramarlos usando el lenguaje propio del subconsciente, detectarlos y tratarlos es un conjunto de medidas razonables, siempre en el lado opuesto de la culpabilización ladina arriba mencionada.