domingo, 29 de junio de 2014

Vinculación entre las creencias

Cambiar una afirmación conlleva la modificación de una creencia y por tanto desencadena diferentes pensamientos automáticos y nuevas interacciones. Con todo, no debe perderse de vista que las afirmaciones están sistémicamente vinculadas entre sí, creando un todo que, a través de la autoafirmación, se sostiene pertinaz a sí mismo. Por ello, cuando reprogramamos una creencia nos sentimos liberados y se nos abre la puerta a otras creencias que interactuaban con la anterior.
Por ejemplo: una persona reprograma la creencia de la necesidad de fumar y, una vez hecho, descubre que asocia esto a situaciones concretas de ansiedad. Reprogramada la creencia a este respecto se puede encontrar con otras de cierta profundidad.

domingo, 22 de junio de 2014

Odi et amo

El poeta romano Catulo (84 aC - 54 aC) escribió estos famosos versos :

Odi et amo. Quare id faciam, fortasse requiris.
Nescio, sed fieri sentio et excrucior.
Odio y amo. Quizás te preguntes por qué lo hago.
No lo sé, pero siento que es así y sufro.

El contraste de los sentimientos en estos versos y la tempestuosidad en la que nos sumergen vienen muy al caso de todo lo expuesto en el blog. El placer, los apegos, las filias y todo lo que en este sentido llega lo hace de forma inopinada, momentánea y fugaz. La felicidad duradera es una labor integral de la persona en la que se trabaja día a día, paso a paso y en interacción con todo lo que nos rodea (de lo que somos parte), más allá de la casualidad. 

domingo, 15 de junio de 2014

Un camino para toda la vida.

La estructura de nuestras creencias subconscientes, que es sistémica y compleja, y sus anclajes con el medio se retroalimentan constantemente, como hemos ido viendo a lo largo del blog. Reparar paso a paso cada una de estas creencias nos revela otras nuevas que, imbricadas con la reparada, forma un chasis sobre el que encajamos. Así pues, cabe plantearse dónde está el fin de estas paulatinas correcciones y si merece la pena que tal fin exista exista. En todo caso, se llegue o no a él, este es un camino de largo recorrido o para toda la vida.
No hay, por tanto, que desesperarse por no llegar a un fin absoluto -independientemente de que exista-, porque cada paso es una recompensa y el camino es siempre hacia delante, vivificante y motivador.

domingo, 8 de junio de 2014

Revisión de los propósitos.

Resumidamente hablando podríamos dar los siguientes puntos sobre los propósitos:

1. Parten de qué queremos de nosotros mismos, qué necesitamos, cuándo nos ponemos tensos, qué nos agobia, qué nos disgusta, cuál es el obstáculo que veo...

2. Se deben formular en forma positiva, sin usar negación, sobre todo al principio de la práctica. Conforme se vayan reestructurando las afirmaciones sobre nosotros mismos, pueden combinarse con una parte negativa o usar propósitos negativos.

3. Cuando estamos en situación de equilibrio y tranquilidad/atención en la práctica se repiten a modo de mantra hasta que sintamos que están integrados. Si nos distraemos no importa, pues volviendo a su repetición se retoma la integración. Si vemos que la sensación de integración no llega no debemos forzar. Basta con parar unos pocos segundos y retomar el propósito.

4. La frecuencia va a depender de muchas circunstancias, pero se podría decir que con tres sesiones de promedio se puede conseguir el objetivo.

5. Si se considera oportuno puede testarse la integración del propósito.


domingo, 1 de junio de 2014

Contravenir nuestra verdadera naturaleza.

En nuestro comportamiento puede haber cosas más fácilmente consideradas antinaturales que otras. Ello depende a veces de evidencias, y otras de puntos de vista. En todo caso no hay nada que contravenga de una forma más evidente nuestra naturaleza que los comportamientos autodestructivos. Como vimos anteriormente, existe una justificación aprendida en nuestros primeros años que articula unos mecanismos autodañinos. Corregir estos mecanismos va a conllevar indefectiblemente empezar a vivir de una forma más congruente y natural, en la que empecemos a dejar de hacernos sufrir.