domingo, 6 de diciembre de 2015

Los límites de la esperanza.

Como hemos estado viendo durante la andadura del blog, la mente, en su importante actividad propioceptiva e íntima, genera expectativas. Y ello ocurre indefectiblemente en una mente saludable. Estas expectativas pueden ser conscientes, pero en gran medida son subconscientes y conforman un pilar de la esperanza, la cual es un timón infalible para el ser humano, y la carencia de la misma puede relacionarse con patologías o dolencias en general.
Cuando optamos por un camino vital o una técnica de optimización integral, como la expuesta en el blog, podemos crearnos unas expectativas desmedidas y tener una esperanza exagerada. Obviamente, existen los límites que nos marca la naturaleza. Evidentemente, al mejorar nuestras creencias subconscientes modificamos nuestro entorno merced al cambio de nuestras interacciones con el mismo. Pero este cambio no es siempre a mejor, al menos en la forma en que nos lo imaginamos o lo esperamos cuando no hemos iniciado el camino. No obstante, lo que sí vamos a generar es una mejora personal integral. Dicho de otro modo: nuestra mejora no nos hace encontrar aquello que esperábamos vivir cuando empezamos a mejorarnos.
Además de lo anterior es importante remarcar que la mejora en el subconsciente debe tener un correlato en lo consciente, porque debemos enfocarlo integralmente y porque, en definitiva, ninguna técnica es todopoderosa.