sábado, 30 de diciembre de 2017

La ilusión del control.

La ilusión del control puede entenderse como una disonancia cognitiva consistente en creer que controlamos entornos en los que operan multitud de factores (algunos de ellos muy poderosos), o una idea muy popular en el zen y el estoicismo, que recalca lo recién mencionado y sugiere que incluso ese dominio es un espejismo en buena parte de nosotros mismos.
La idea esencial de que nuestra mente consciente posee el control sobre el entorno, nuestros pensamientos subconscientes, nuestra salud o nuestros hábitos es bastante pueril. En el entorno operan multitud de factores que se nos escapan; nuestros pensamientos subconscientes son abrumadoramente superiores en número a los conscientes, y su programación -como ya se ha visto en el blog- requiere una intervención particular; nuestra salud, aunque esté vinculada con lo afectivo, es un conjunto de factores complejos; nuestros hábitos, alojados en los ganglios basales, precisan de un trabajo constante que se escapa a un mero acto consciente volitivo.
Concretando aún más, existe un riesgo bastante probable cuando iniciamos la reprogramación de nuestro subconsciente: el excesivo control. Cuando la reformulamos necesitamos tiempo para que se ajuste la propia estructura subconsciente y se creen nuevos hábitos. En ese ínterin, que puede ser más o menos extenso, existe la tendencia de sobreintervenir y forzar la nueva formulación y eso, salvo casos extremos, es pervertir el normal desarrollo de lo trabajado. Dicho de otro modo: una vez sembrada la semilla, independientemente del cuidado que conlleve, hay que dejar que sea la Naturaleza la que siga su curso.
Saber soltar es todo un arte, y es tan necesario como tener el coraje de mejorar.


jueves, 21 de diciembre de 2017

Lo más importante que el deporte me enseñó (el fracaso y la vida).

Lo más importante que el deporte me enseñó no fueron los valores que tanto se enarbolan y cuya existencia todos conocemos, sino el concepto del fracaso. En un mundo tan competitivo triunfar se circunscribe al primer puesto en la inmensa mayoría de los casos, mientras que lo que quedan son una serie de fracasos de distinta tonalidad. Es exactamente como en el mundo real (laboral, personal, de gestión de nosotros mismos ...).
El caso es que, si me pongo a mirar las estadísticas, Brasil (la selección más laureada en los mundiales de toda la historia del fútbol) tiene un total de 5 títulos en 20 campeonatos (22 si se tienen en cuenta las dos olimpiadas/campeonatos del mundo de 1924 y 1928). Solo un 25 % de éxitos y un 75 % de fracasos, en el mejor de los casos.
Otro tanto, por ejemplo, tendríamos en la NBA, donde el equipo más laureado (Boston Celtics) tiene un total de 17 títulos de 71 campeonatos. Un 24 % de éxitos y un 76 % de fracasos.
El fracaso es lo más normal en la vida. Ser el primero o ser exitoso en todo es algo que raramente nos sucede y pretenderlo siempre es absurdo a todas luces, se escapa a nuestro poder y capacidad. Ese fin es imposible. ¿Qué nos queda? Mirarnos al espejo cada día y ser un poco mejores que ayer.


domingo, 17 de diciembre de 2017

La mirada del otro

Existe un refrán francés que dice "La hierba es siempre más verde en otro lugar" ("L'herbe est toujours plus verte ailleurs"). La razón es bien simple: nos guiamos por estereotipos, que podríamos definir como suposiciones hechas en base a datos insuficientes, ya que nuestra mente -fundamentalmente pronosticadora e introspectiva- los necesita para predecir y adaptarse.
Así, podemos entender la vida y circunstancias de los otros como mejores y más deseables que las nuestras. Esto es, usamos el mecanismo del estereotipo en base a nuestras creencias no solo sobre ellos, sino sobre nosotros mismos. Pero, curiosamente, del mismo modo somos, muy probablemente, valorados . En efecto, la mirada del otro, guiada por el mismo mecanismo, verá en nosotros nuestras virtudes y ventajas (tanto reales como supuestas); lo cual desmonta esas afirmaciones sobre nosotros mismos que nos llevan a anhelar lo ajeno.


viernes, 8 de diciembre de 2017

Hundertwasser.

“La Naturaleza odia la línea recta.”
Friedensreisch Hundertwasser fue un pintor, decorador, diseñador y arquitecto austriaco, que ya se mencionó previamente en el blog. En su obra destaca, independientemente de la técnica, el sentido estético holístico, y la originalidad de sus ideas; un amor a la Naturaleza y una comprensión del ser humano como un fenómeno interno de la misma que se ha escindido. Consecuentemente, su voluntad ecologista y naturalista fue muy fuerte.

En el ámbito de nuestro blog destaca la cita con la que comienza esta entrada. En el marco antropológico de la unidad de lo natural, el ser humano está sometido a las leyes de, digamos, irregularidad y complejidad de la Naturaleza. Así pues, en el proceso de propia mejoría y crecimiento personal es muy poco probable que los avances sean regulares y uniformemente crecientes, sino que entra dentro de lo consustancial al ser humano, por su complejidad y la enorme cantidad de factores de los que forma parte, ciertos retrocesos puntuales, estancamientos o, por el contrario, crecimientos acelerados.


sábado, 25 de noviembre de 2017

No hacer.

"Sentado tranquilamente, sin hacer nada, llega la primavera y la hierba crece por sí sola" (Matsuo Basho).


Esta bella cita zen nos enfrenta a la realidad de nuestro afán por intervenir en los grandes contextos e, incluso,  en la Naturaleza. Así, cuando nos enfrentamos a problemas que exigen nuestra paciencia o en los que somos parte, guía o paciente, nuestro subconsciente nos juega la mala pasada de hacernos responsables de ellos, asumiendo que podemos resolverlos solos. De esta forma pervertimos el normal y natural devenir de las cosas por nuestra obsesión y desconfianza.
Este mal no solo nos aqueja cuando arrostramos los problemas arriba mencionados, sino cuando estamos inmersos en un proceso de crecimiento personal, en el que debemos tener paciencia a la hora de que las piezas de nuestro ser, ya mejoradas, se integren e interactúen paulatinamente.
Por ello tenemos que tener siempre presente a la hora de mejorarnos y de enfrentar las situaciones de la vida que es necesario trabajar, pero también confiar en la natural evolución de las situaciones, haciendo nuestros los principios de la idea taoísta de la no-acción (Wu Wei).

viernes, 10 de noviembre de 2017

¿Qué es STOPP?

STOPP es un recurso que preconiza la Terapia Cognitiva Conductual o Comportamental Conductual. El fundamento es el modelo terapéutico de Albert Ellis, con un carácter ecléctico, flexible y echando mano ocasionalmente del conductismo.

¿Qué es STOPP?
Es un acrónimo que nos da una herramienta para cuando nos enfrentemos a situaciones en las que estemos a punto de perder el control (ansiedad, ira, miedo, estrés, obsesiones ...), que se combina con el seguimiento corriente o previo de la terapia. Veamos su significado:

S (STOP): para.
T (TAKE A BREATH): respira.
O (OBSERVE): observa lo que sientes y piensas, y contextualízalo.
P (PULL BACK): toma distancia con lo que sucede y sientes.
P (PRACTISE WHAT WORKS): practica lo que funciona, pon en marcha los pensamientos y/o acciones que te van a ayudar.

¿En qué sentido es útil en el contexto del método expuesto a lo largo del blog?
La idea de parar y observar es siempre positiva. De hecho, el mero hecho de seguir un autorregistro nos ayuda enormemente. La idea es, en ese momento, decirnos aquello que está, gracias a la reprogramación subconsciente, inscrito en nosotros. El hecho de afirmarnos algo para lo que nos hemos vuelto a programar nos puede dar una  gran fuerza en esas situaciones, como anclaje o ad hoc, en las que somos víctimas de hábitos nocivos.

domingo, 5 de noviembre de 2017

La persistencia de la vida.

No puedo dejar de recordar la cabecera de una serie que veía de niño: "La Aventura de las Plantas".

Siempre me impactó porque en ella, de forma dramatizada, se ve algo tan cotidiano como maravilloso: la capacidad de la vida de surgir en ambientes hostiles y degradados, como el entorno urbano.

Hay mucho más en esa visión que la voluntad decidida de la vida. En los eriales más agresivos y yermos siempre hay una posibilidad de vida, en las peores circunstancias siempre hay esperanza, en nuestros peores momentos siempre late la vida y, a fin de cuentas, la Vida es a quien realmente pertenecemos. 


domingo, 22 de octubre de 2017

Reformulando nuestras afirmaciones.

Reformular nuestras afirmaciones es un método antiguo para hacernos responsables de nuestra propia vida. Este simple hecho nos coloca frente a un espejo en el que está aquel que puede salvarnos.
Por tanto, cambiar afirmaciones en las que somos el complemento directo o el sujeto paciente por aquellas en las que somos el sujeto, nos va a dar la oportunidad de encontrarnos en una crisis que, como hemos visto a lo largo del blog, nos brinda la oportunidad de crecer.


Por ello, cambiar "Esto me amarga la vida" por "Me amargo la vida por esto", "Estoy nervioso por tal cosa", por "Yo me estoy poniendo nervioso por tal cosa" o "Estas personas me hacen este mal" por "Pienso que estas personas me hacen este mal", nos va a enfrentar con el creador de nuestros sentimientos, nosotros mismos, con toda la complejidad que ello significa y que ha ido e irá desgranándose en el blog.

viernes, 13 de octubre de 2017

La fuerza de voluntad

Existe una tendencia lógica y fundamentada a despreciar la fuerza de voluntad como motor de cambio cuando nos sumergimos en los descubrimientos del poder del subconsciente, los hábitos, las creencias o los últimos hallazgos de la neurociencia cognitiva, pero, como vimos en la entrada dedicada a Viktor Frankl, la volición y la decisión juegan un papel esencial en conducirse a uno mismo y crecer.
Obviamente, ni la fuerza de voluntad lo es todo ni debemos entenderla como un becerro encabritado. Muy al contrario, reprogramarnos es esencial y la voluntad es una herramienta muy importante si se sabe manejar.





Todos, en mayor o en menor medida, hemos victorias gracias a nuestra fuerza de voluntad, sin considerar la creencia o el hábito. Pero ella siempre mejora si tiene un porqué y/o si tiene un cómo. En efecto, cuando echamos mano de la volición para alcanzar un objetivo sin tener una motivación profunda, esa energía se va gastando con excesiva rapidez. Lo mismo ocurre si la empleamos mal, y no de una forma ordenada e inteligente.
Por ello, tener un propósito es esencial para usar la fuerza de voluntad, pero también tener una forma de emplearla. Pongamos el ejemplo de adelgazar. Si lo enfocamos como un propósito más de Año Nuevo no durará demasiado, pero si estamos mentalizados de la importancia de un peso adecuado para nuestra salud y sabemos cómo enfocar día a día, de manera llevadera, ese adelgazamiento, lograremos avanzar.

No obstante, y esto queda patente en el blog, la capacidad de cambiar nuestras creencias es el principal motor de cambio/mejora. Si conjugamos con ello un uso adecuado de la fuerza de voluntad lo lograremos.






viernes, 6 de octubre de 2017

Carol y el agua que fluye

Carol Dweck es una psicóloga y profesora universitaria estadounidense, famosa por plantear que existen dos actitudes o mentalidades (mindsets): el mindset rígido y el de crecimiento. En el primero, la persona se categoriza a sí misma, los otros y el mundo como algo fijo, y vive encerrada en estereotipos y cárceles mentales. En el segundo, la persona vive y piensa en unas coordenadas de perpetuo crecimiento, donde todo está abierto y lo que importa es crecer, superarse y avanzar, tanto en los objetivos sociales como personales, de forma ininterrumpida.
Este planteamiento ya fue tratado muchos años antes por el Club de Roma, cuando hablaba del aprendizaje innovador y el aprendizaje por shock o de mantenimiento.
La idea del crecimiento sin fin estaría, en el contexto de nuestro blog, enmarcado en la realidad abierta del ser humano, parte del entorno, sin límites estancos y en perpetuo fluir. Todo en la naturaleza está en un flujo continuo y, desde luego, no somos una excepción.
Así, nos hallamos siempre inmersos en un proceso constante de cambio y crecimiento personal y, a la vez, debemos estar comprometidos con ello. Cada día comporta nuevos retos y nuestros objetivos no deben ser algo definitivo, sino un amor incondicional al camino y al proceso, una aceptación de nuestra falibilidad como una guía para la mejora y una perspectiva inmensa de crecimiento a través de la reprogramación de nuestro subconsciente y hábitos, nuestros valores y nuestras decisiones conscientes.

viernes, 22 de septiembre de 2017

La evidencia de lo incontrovertible.

Uno de los pocos hechos incuestionables en nuestra vida es la muerte. Independientemente de si creemos en una vida más allá, o una gran conciencia que define una continuidad en la que está nuestra existencia, o neguemos algo más allá de nuestro fin físico, la muerte nos llega a todos.
Esta realidad incuestionable, cuando realmente se asume, nos baja a la tierra. La persona se vuelve más humilde y se despoja de vanidades para centrarse en lo más importante: ser feliz, hacer felices a los demás, vivir el momento, abandonar luchas yermas, etc.

En este sentido deberíamos orientarnos. No en nuestra prosperidad crematística o nuestro escalafón social, no en sublimar las carencias de otros o reproducir objetivos que nos encadenan y nos son ajenos, sino en ser nosotros en el todo del que formamos parte, en la dicha, en las cosas naturales y en lo simple.


jueves, 14 de septiembre de 2017

El parto

Stanislav Grof es un famoso psiquiatra que estudió las experiencias límites del ser humano y lo que se descubre tras ellas. A través de la investigación sobre las visiones y experiencias en el umbral definió la Psicología Transpersonal, que podríamos considerarla como el estudio de los vínculos del Universo, el tiempo y lo numinoso con el ser humano y la parte trascendente del mismo.
Stanislav Grof define toda crisis como un parto. Se inicia con una época de inocencia, le sigue otra de zozobra, continúa con un conflicto y culmina con un nuevo nacimiento. De esta forma, como ya señalamos en otras entradas del blog, toda crisis que pasamos es, indica el Dr. Grof, un momento en el que se está produciendo un nuevo nacimiento.
El saber orientarnos no nos lleva a un camino llano, pero sí cada vez más luminoso, en el que son inevitables las crisis, es decir, los renacimientos, siempre creativos y en crecimiento.


sábado, 9 de septiembre de 2017

Morderse los propios dientes

"Tratar de definirse a uno mismo es como tratar de morderse los propios dientes"
Esta cita del pensador británico Alan Watts sirve de punto de partida para la comprensión de qué somos. Nuestra identidad se perfila a través de un conjunto de sistemas que van de lo más superficial (recuerdos, propiocepción, mente) a lo más profundo. En la primera de ellas está el consciente, mientras que el subconsciente anda a caballo entre ambas. Pero toda esta estructura es poco menos que un sistema abierto, unido al entorno y en constante cambio. Por ello, la identidad cerrada no existe y es un megasistema abierto al contexto, del que forma parte y que lo define igualmente.
En ese orden de cosas resulta extraño definirse a uno mismo de alguna forma objetiva (como si pudiésemos vernos fuera de nosotros) y absoluta (como si fuésemos algo acabado y cerrado). Lo que somos es algo que pertenece a un todo, que es consciente en parte de sí mismo y que, en ese mismo ámbito, puede decidir -conociendo sus propios mecanismos- qué ser.


martes, 5 de septiembre de 2017

Los guías del pasado.

Las carencias afectivas en la pubertad y adolescencia, época de la vida en la que nuestro referente pasa de nuestros padres/tutores al grupo de iguales, potencian la dependencia de los líderes. En ese momento tan delicado los problemas emocionales pueden derivar en esclavitud hacia el grupo, su ideario, roles y líderes. No obstante esto es un hecho biológicamente explicable: se empieza a definir la personalidad, el camino hacia la autonomía moral, a pensar abstractamente y comienza la vida útil del individuo en el grupo (asumiendo ser un elemento más para la supervivencia de dicho grupo).
La esperanza de vida hace que ese proceso que, biológicamente hablando, parece hacernos meros portadores de genes, concluya generalmente al pasar la adolescencia o primera juventud. Pero no ocurre siempre así. Las mismas carencias antes referidas pueden llevar a la persona a presentar una actitud de perpetuo adolescente.

Cuando se superan todas o buena parte de esos déficits y se mira hacia atrás nos encontramos con, parafraseando el título de la obra de Wim Mertens, la épica que nunca fue. Descubrimos las miserias de los que creíamos nuestros líderes, miserias que, simplemente, los colocan en donde siempre estuvieron: simples seres humanos. El recuerdo mítico de aquella época sigue siendo bello, pero pasa del nivel de lo épico al nivel de, generalmente, bellas y contradictorias relaciones entre seres humanos que compartían la aventura del crecimiento.

miércoles, 30 de agosto de 2017

La disciplina de nuestras costumbres

En la maravillosa canción "In the Kingdom of the Blind the One-eyed are Kings" ("En el reino de los ciegos el tuerto es rey") del genial dúo Dead Can Dance leemos la frase que da el título de la entrada.


La disciplina que empleemos en determinadas conductas suele derivar en la afirmación de hábitos. Y por hábitos se entienden no solo conductas mensurables, físicas y visibles, sino también pensamientos. Imponernos a nosotros mismos un esfuerzo metódico (no obsesivamente metódico, claro está) por cambiar pensamientos autodestructivos (y, por ende, necesariamente irracionales) por pensamientos constructivos es una labor encomiable que puede cambiar nuestra vida.
Esos pensamientos que queremos reconducir se nutren abrumadoramente del subconsciente. Partiendo de allí, como ya quedó expuesto, necesitamos el hábito. El solo hecho de cambiar nuestra programación subconsciente desata que, cuando la nueva creencia haya sido aceptada, genere - a través del paso del tiempo - un nuevo hábito. Pero, nuestra acción consciente, racional, diaria y disciplinada multiplicará su efecto.
Si, por ejemplo, nos boicoteamos en nuestro tiempo de descanso trabajamos el propósito "merezco descansar" o "merezco ser feliz". Una vez integrado y mientras se genera un nuevo hábito podemos, si sentimos que, por hábito o costumbre, nos autosaboteamos en nuestros momentos de ocio podemos, de forma consciente, afirmarnos el propósito anteriormente trabajado.

viernes, 25 de agosto de 2017

Contabilidad ecuánime

Aun reprogramando las afirmaciones/sensaciones que conforman nuestra personalidad, el hábito es un peso considerable, y en un aspecto en el que se manifiesta abiertamente es cuando hacemos balance de las cosas que aún no hemos conseguido, desde las más rutinarias a las más elevadas, de las más íntimas a las más públicas, que en cuanto a miedos todos tenemos nuestras preferencias. Y, mientras llega el momento de que florezca lo que hemos sembrado con nuestro trabajo, es bueno hacer una contabilidad real de esas preocupaciones y no considerar haber llegado aún a erradicarlas, sino ponderar nuestras buenas acciones y los buenos pasos que hemos dado, felicitarnos por ellos y reconocer nuestro indudable mérito.


martes, 22 de agosto de 2017

La necesidad de cambiar de rutina

A lo largo del blog ha quedado expuesto que el cambio en la programación subconsciente es fundamental, pero que debe ser combinado con el trabajo consciente y la integración del propio cuerpo en el proceso.

El gran obstáculo que nos encontramos en nuestra propia mejora es muchas veces el hábito. No solo por lo que estamos acostumbrados a hacer sin pensar, sino por las rutinas de pensamientos automáticos que, como hemos visto anteriormente, muchas veces están vinculadas a un contexto. En este sentido es muy positivo cambiar de rutinas. No se trataría, obviamente, de cambiarlas todas, pero si de reformar o crear/eliminar. Un buen punto de referencia son las rutinas matutinas o nocturnas. Reformarlas o bien introducir una nueva que funcione, siempre en consonancia con nuestro proceso de cambio, puede ser una buena ayuda para romper el encantamiento de las costumbres.