domingo, 25 de mayo de 2014

Revisión general del método

Unificando todo lo expresado, y dándole un sentido global a lo ya publicado, tenemos lo siguiente:

Nos sentamos sobre el periné sin forzar. Entrelazamos las manos y cruzamos las piernas.

Cerramos o entrecerramos los ojos, nos quedamos unos segundos así y solicitamos permiso a nuestro subconsciente. Cuando sintamos que lo tenemos formulamos un propósito y lo vamos repitiendo hasta que sintamos físicamente que está integrado (sensación de bienestar, alegría, calma, visualizaciones o cualquier otra sensación que solo cada cual puede saber). En ese estado nos quedamos unos segundos.
Unimos las palmas de las manos a la altura del pecho y estamos unos segundos con esa sensación. Damos las gracias a nuestro subconsciente y salimos.
Es necesaria una sesión al día y trabajar unas tres sesiones cada propósito.
En este enlace está todo más detallado.


   

domingo, 18 de mayo de 2014

El amor al odio.

Muchas veces preferimos aferrarnos a nuestros odios antes que centrarnos en nuestros objetivos o valores. El beneficio que ello nos proporciona puede ser subconsciente y se rige por los principios ya expresados . Incluso avanzando podemos seguir experimentando apego a los odios, pero es inevitable una desvinculación natural de ellos al reparar las afirmaciones, creencias y programación que nos hace indispensable seguir encadenados a estos rencores.

domingo, 11 de mayo de 2014

La Biología de la Creencia.

En su maravilloso libro "La Biología de la Creencia" el eminente biólogo Bruce Lipton nos señala que las células sin núcleo interactúan inopinadamente con el entorno. Las cadenas de aminoácidos que forman las proteínas de la misma cambian de forma (por electormagnetismo) con el entorno. Por ello deduce que la piel de la célula es su cerebro, una interfaz, y que el núcleo es su gónada. Todo ello minimiza el papel de los genes en nuestra vida.
Añade el Dr. Lipton que las proteínas se dividen en antenas y efectores. Los receptores provocan cambios de forma en la célula para recibir la señal, de lo que se deduce que la percepción controla el comportamiento y que, por ello, este no está programado por los genes, sino condicionado por el entorno.
Si la proteína adecuada no está presente en la célula para responder al entorno, se activa una respuesta del ADN a través del ARN para interactuar con dicha señal, a través de una copia. En entornos estresantes, al no tener las células la proteína adecuada, se producen mutaciones que no son aleatorias. Bacterias en probetas sometidas al mismo estímulo desconocido responden de la misma forma, esto es, no aleatoriamente.
Por ello, deduce que nuestra percepción provoca los cambios en nuestro cuerpo, esto es, nuestras creencias, que enfocan la percepción, determinan los cambios, creencias programadas a través de las ondas theta.
Existen dos programaciones básicas de nuestro cuerpo: crecimiento o protección. Cuando la segunda se activa -en una situación aversiva- se desactiva el crecimiento, el cual, se sobreactiva -por encima de todo- con el amor.







domingo, 4 de mayo de 2014

Paso a paso

El camino del cambio  de la programación subconsciente es paso a paso, sea a través del método ya expuesto, o a través de otros -algunos tratados en este blog-. A veces los avances son nimios y otras muy significativos, pero, en todo caso, el camino siempre es hacia delante.
Cuando trabajamos un propósito nuevo llegamos a la sensación de integración normalmente con más lentitud, pero en sucesivas sesiones se afirma con más rapidez. Luego, si nos extendemos, se puede producir cierto estancamiento. En todo caso la integración se suele producir en unas tres sesiones de promedio y chequear los propósitos nos puede ayudar. 
No obstante, es preciso subrayar que necesitaremos dar muchos pasos hasta llegar a altas metas,pero a con cada uno de los avances nos sentiremos mejor.