domingo, 30 de diciembre de 2018

Remover obstáculos.

Lo más curioso de buscar ser especial es que es absurdo. No se puede querer ser lo que ya se es, a menos que se haya olvidado.
Somos una parte constitutiva del Universo y el mero hecho, como indica Albert Ellis basándose en Epicteto, de estar vivos y ser un elemento del Cosmos es ser especial, al igual que átomos, otros seres vivos, otros seres humanos, planetas, etcétera, lo cual nos hace igual de valiosos que ellos.
En nuestra verdadera naturaleza viene escrita la autoaceptación incondicional, pero nuestra vis gregaria y nuestro subconsciente nos programan para separarnos de lo que somos y querer encajar en un modelo determinado.
Y no solo esa es la trampa. También el fraude está en el modelo, pues tomamos como referente a seres humanos que pueden ser buenos en un aspecto del conocimiento o la vida en general, pero no ser mejores que la media, o incluso nosotros, en el resto. Y aun en el caso, como indican los dos pensadores antes mencionados, de que estemos en el harto improbable caso de no tener una valía en ningún campo de la vida, seguimos siendo una fracción única del Universo y, por tanto, igual de valiosa que el resto.
Por ello, ese cúmulo de creencias alienantes y/o autodestructivas, puede ser enfocado de una manera tanto consciente como subconsciente con la idea de remover obstáculos hasta encontrarnos con nosotros mismos nuevamente.