sábado, 3 de julio de 2021

El arte sutil de la esclavitud.

Existe una corriente oportunista consistente en combatir cualquier tipo de miedo (así, en general y sin anestesia) a través de estrategias conductistas basadas en presupuestos limitados y anticuados. El conductismo responde a una practicidad circunscrita en un momento del desarrollo de la neurología en el que no existían datos fehacientes sobre el funcionamiento de nuestro cerebro, su conexión con el resto del cuerpo y su relación con las creencias.

Hoy día tenemos un bagaje suficiente para situar las creencias en el punto central del individuo y, por ende, en la génesis interpretativas de los miedos. Y es ahí, en ese campo, donde el trabajo se hace esencial, operando en el subconsciente.

Si nos circunscribimos a cualquier mecanismo puramente conductista (desensibilización sistemática, saciación ...) nos quedamos en una estrategia paupérrima para problemas de gran envergadura, lo cual va a generar, más pronto que tarde, una dependencia de cualquier terapeuta que, quizás, es de lo que se trate: del arte sutil de la esclavitud, como en el magistral tema de Dead Can Dance.






No hay comentarios:

Publicar un comentario