domingo, 1 de diciembre de 2013

Un segundo más.

Es comúnmente conocido el dicho de que la diferencia entre un hombre normal y un valiente es sólo aguantar un segundo más. En un proceso de cambio, como hemos visto, es necesaria una determinación consciente que acompañe a la técnica o técnicas a usar para reprogramar el subconsciente. En efecto, tomar conciencia y dar una dirección es esencial para vernos, descubrirnos, comprometernos y motivarnos. Enfrentar sólo un poco más con entereza y determinación esa situación en la que sufrimos nos proporciona todo ello.

La plasticidad del ser humano es innegable. Hay un refrán que viene muy oportunamente al caso: “que Dios no nos mande todo lo que podemos aguantar”. Ese segundo de más abre muchas puertas dentro de nosotros.

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