sábado, 25 de noviembre de 2017

No hacer.

"Sentado tranquilamente, sin hacer nada, llega la primavera y la hierba crece por sí sola" (Matsuo Basho).


Esta bella cita zen nos enfrenta a la realidad de nuestro afán por intervenir en los grandes contextos e, incluso,  en la Naturaleza. Así, cuando nos enfrentamos a problemas que exigen nuestra paciencia o en los que somos parte, guía o paciente, nuestro subconsciente nos juega la mala pasada de hacernos responsables de ellos, asumiendo que podemos resolverlos solos. De esta forma pervertimos el normal y natural devenir de las cosas por nuestra obsesión y desconfianza.
Este mal no solo nos aqueja cuando arrostramos los problemas arriba mencionados, sino cuando estamos inmersos en un proceso de crecimiento personal, en el que debemos tener paciencia a la hora de que las piezas de nuestro ser, ya mejoradas, se integren e interactúen paulatinamente.
Por ello tenemos que tener siempre presente a la hora de mejorarnos y de enfrentar las situaciones de la vida que es necesario trabajar, pero también confiar en la natural evolución de las situaciones, haciendo nuestros los principios de la idea taoísta de la no-acción (Wu Wei).

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