El plexo solar es una intrincada red nerviosa, tanto del simpático como del parasimpático, que ocupa nuestro vientre. Está vinculado con el nervio vago y con una amplia red de órganos. El flujo de comunicación entre estos y el cerebro es constante. En este lugar se centran muchas de nuestras emociones y es una puerta para recrear las sensaciones que necesitamos para nuestra reprogramación. De hecho, es el quinto ejercicio del nivel inferior del entrenamiento autógeno, en el que la sugestión de irradiar calor aumenta la vasodilatación en esa área.
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