¿Qué propósitos debemos formularnos? Es necesario, cuando se accede a técnicas -en general- de reestructuración o reprogramación subconsciente, clarificar qué aspectos queremos corregir. Y en esto debemos ser cuidadosos y tener mucho tacto, no tanto por la existencia de contraindicaciones, sino por la distracción que pueden suponer ciertos objetivos superficiales que obvien la raíz de muchos de nuestros problemas. Ante ello, debemos hacernos preguntas sobre qué, cuándo y/o por qué se ha motivado tal problema y qué creencia subyace en todo ello. No obstante, cabe decir que lo fundamental llega después de la consecución de propósitos sucesivos. Un ejemplo de todo ello puede ser el sobrepeso. En efecto, trabajar un objetivo consistente en comer menos y más sano es positivo, pero más beneficioso sería aún entender que ese sobrepeso puede venir de miedos que habría que reprogramar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario