domingo, 25 de agosto de 2013

Unidad.

Toda técnica, terapia, camino, vía, etc. debe tener en cuenta la unidad del ser humano. Por tanto, debemos tomar en cuenta nuestro cuerpo, mente, afectividad, postura y la comunicación entre la mente y el cuerpo.
Esto no es nada sofisticado ni novedoso. Ya existe en las formas de oración (la oración musulmana, el unir y/o entrelazar las manos en la oración cristiana...), de meditación (el zazen en el que se armoniza una postura equilibrada que implica las mitades del cuerpo, la columna, la visión, la percepción en general...) o el Hatha Yoga.
En tal equilibrio nuestras mitades corporales, relacionadas con la mitad derecha del cerebro (intuitivo, holístico) y la izquierda (racional, analítico) entran en armonía. Nuestro cuerpo y nuestra mente interactúan y aparece un estado entre lo consciente y lo inconsciente, una activación de la atención sobre todos los procesos mentales, físicos y externos.

                                       
                              
                             
                           

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