sábado, 3 de julio de 2021

El arte sutil de la esclavitud.

Existe una corriente oportunista consistente en combatir cualquier tipo de miedo (así, en general y sin anestesia) a través de estrategias conductistas basadas en presupuestos limitados y anticuados. El conductismo responde a una practicidad circunscrita en un momento del desarrollo de la neurología en el que no existían datos fehacientes sobre el funcionamiento de nuestro cerebro, su conexión con el resto del cuerpo y su relación con las creencias.

Hoy día tenemos un bagaje suficiente para situar las creencias en el punto central del individuo y, por ende, en la génesis interpretativas de los miedos. Y es ahí, en ese campo, donde el trabajo se hace esencial, operando en el subconsciente.

Si nos circunscribimos a cualquier mecanismo puramente conductista (desensibilización sistemática, saciación ...) nos quedamos en una estrategia paupérrima para problemas de gran envergadura, lo cual va a generar, más pronto que tarde, una dependencia de cualquier terapeuta que, quizás, es de lo que se trate: del arte sutil de la esclavitud, como en el magistral tema de Dead Can Dance.






domingo, 30 de mayo de 2021

Un nirodha privado.

Nirodha es un vocablo sánscrito cuyo significado equivale a cese o detención. Alude a un estado en el que paran los pensamientos totalmente. Tratándose de una actividad momentánea, nos muestra el punto en el que, de no intervenir de manera consciente (con el gasto energético que ello supone), nuestro subconsciente va a tomar de forma automática el mando. Es en ese interín existencialista es en el que, por tanto, pretendemos que actúe la programación que hemos escrito en nuestro subconsciente pero que, en todo caso, puede necesitar como plan de acción una capacidad de desligarnos del pensamiento o estado fisiológico que viene y va.



jueves, 1 de abril de 2021

Alles läuft nach

 "Todo corre en pos de algo" es el título de un cuadro del genial pintor alemán Paul Klee. Y es un motivo de reflexión, porque expresa la sed inextinguible de consumir, poseer, lograr u obtener. Ese afán inagotable, por sí mismo, demuestra que no es sino una máscara de una carencia más profunda que tratamos de soterrar. 

Y es que muchas veces no estamos evolucionando o cambiando, sino que estamos en un proceso de entropía semiconsciente, sin tomar conciencia de nosotros mismos y/o de aquello que, de una manera más o menos subrepticia, nos han impuesto.




domingo, 21 de marzo de 2021

Una clave

 Toda visualización o ejercicio de reprogramación debe partir de la sensación y el sentimiento. Por tanto es importante vislumbrar el registro corporal que una creencia deja en nosotros. El uso de esta herramienta ancla en nuestro cerebro primitivo (base del piloto automático) dicha creencia de tal forma que quede impresa de forma indeleble. El uso global (emocional, cognitivo, físico) de nuestra persona es, en cualquier técnica o mecánica, la vía más directa.

Como quedó expuesto en el blog, el hardware de nuestro subconsciente nos ancla con el cuerpo, y nuestras respuestas emocionales tienen una presencia somática. De hecho, una alteración exógena en nuestras secreciones hormonales, por ejemplo, puede provocar una cadena de pensamientos, con frecuencia subconscientes, que enmascaran un problema funcional de índole biológica. 

Nuestro acceso, pues, a la reconstrucción del subconsciente debe hacerse con el cuerpo, ubicando en él las respuestas somáticas a la programación destructiva o imposibilitadora, reconstruyendo también desde ahí a la par que verbalmente.



sábado, 27 de febrero de 2021

Un diseño perfecto

Las técnicas de reestructuración del subconsciente como cualquier metodología para enfrentar nuestra programación, trabajando con nuestra mente consciente o enfocando nuestra trastienda, tienen un valor per se, pero también una vis propedéutica, porque nos permiten una exploración interior que nos aboque a una manera de enfrentarnos al reto de vivir por nosotros mismos y por nuestro valor intrínseco, en nuestras propias coordenadas y adaptándonos constantemente a los requerimientos de nuestro entorno. Por eso hay que huir de todo dogmatismo.



sábado, 6 de febrero de 2021

Echar el ancla.

En el transcurso de la vida es necesario tener donde echar el ancla tanto como un faro, un destino o un origen. No es posible parar y tener un referente si no encontramos tierra. Y ello nos lo da, por encima de todo, el sentido de nuestra vida en el conjunto del Universo. Teniendo la raíz de que somos Cosmos y que nuestra identidad más íntima nos acompaña, cuanto menos, del nacimiento hasta la muerte, descartamos la autoestima como una trampa, ya que se basa en unos estándares externos y no en la realidad de lo que somos. De hecho Albert Ellis hablaba en estos términos de la autoestima y proponía sustituirla por una aceptación incondicional de nosotros mismos, de los demás y de aquello que no podemos cambiar del mundo. Y esa aceptación precisa de un sentido holístico que nos sostenga en nuestro devenir.








domingo, 31 de enero de 2021

La lección del fardo.

El alivio no es deshacerse de un fardo, aunque este hecho, por sí mismo, es catártico. Cuando arrastramos un dolor derivado de nuestra programación, como una penitencia por pecados ajenos, superarlo por las experiencias, el paso del tiempo o la reprogramación, supone un descanso. Pero esta victoria va más allá aún. Obtenemos la fuerza de la propia superación, el aprendizaje del mecanismo de mejora y la fe en nuestra resiliencia, siempre tan necesaria. No obstante, y ahondando más, hay una enseñanza en el mismo peso que hemos arrastrado: nuestra habilidad para soportar y adaptarnos a situaciones que no podemos, en un momento dado, derrotar, demostrándonos una fuerza insospechada. Citando la canción "Spirit" de los Dead Can Dance: "El espíritu de la vida es la voluntad de perseverar". Así el mismo fardo se convierte en una recompensa disfrazada.