Toda visualización o ejercicio de reprogramación debe partir de la sensación y el sentimiento. Por tanto es importante vislumbrar el registro corporal que una creencia deja en nosotros. El uso de esta herramienta ancla en nuestro cerebro primitivo (base del piloto automático) dicha creencia de tal forma que quede impresa de forma indeleble. El uso global (emocional, cognitivo, físico) de nuestra persona es, en cualquier técnica o mecánica, la vía más directa.
Como quedó expuesto en el blog, el hardware de nuestro subconsciente nos ancla con el cuerpo, y nuestras respuestas emocionales tienen una presencia somática. De hecho, una alteración exógena en nuestras secreciones hormonales, por ejemplo, puede provocar una cadena de pensamientos, con frecuencia subconscientes, que enmascaran un problema funcional de índole biológica.
Nuestro acceso, pues, a la reconstrucción del subconsciente debe hacerse con el cuerpo, ubicando en él las respuestas somáticas a la programación destructiva o imposibilitadora, reconstruyendo también desde ahí a la par que verbalmente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario