La actividad emocional consiste en rutas que reaccionan a lo que sucede en función de nuestras creencias. Esta actividad orgánica usa palabras, imágenes y sensaciones que tenemos vinculadas a aquello que hemos aceptado como verdad en las que priman, por pura supervivencia, las experiencias negativas, así como dolores y traumas. Y ese enemigo interior actúa perseverante ante situaciones nuevas, dificultades, retos, dolores, molestias, frustraciones ... Pero en ese rival tan cercano encontramos la vía más directa hacia nuestras creencias; y a través de lo emocional, físico, verbal y visual podemos construir unas que sean sanas, adecuadas y adaptativas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario