Revisando el método.
Inicio: para lograr la coherencia entre hemisferios, armonía, atención, equilibrio y tranquilidad que nos proporcionen un acceso a un estado de “atenta duermevela” (ondas theta) cruzamos nuestras piernas y unimos nuestras manos. Conviene que la espalda esté relajadamente recta. Para ello nos sentamos sobre el periné. Nos relajamos unos segundos en esa postura.
¿Y cómo cruzamos los pies? Verificando a través del teste cuál acepta nuestro subconsciente (▼)
Pedimos permiso a nuestro subconsciente y cuando notemos una sensación particular de aceptación esperamos unos segundos y pasamos a la siguiente fase.
Iniciamos la repetición del propósito. Si nos distraemos volvemos sin forzar hasta la repetición. Cuando se integre el propósito sentiremos una sensación determinada (visual, cinestésica o auditiva). Nos quedamos en ella unos segundos.
Terminamos la integración del propósito, uniendo las manos en función en posición orante con la sensación del punto anterior, unos segundos.
Damos gracias a nuestro subconsciente y salimos con calma.
Sobre los propósitos:
Formulaciones en positivo (al menos al principio para tratar de redefinir nuestra arquitectura subconsciente) en función de lo que necesitamos pensar de nosotros mismos y/o el mundo. Podemos testar muscularmente dicho propósito al estilo propugnado, entre otros, por el Psych-K. (▼) Parten de qué queremos de nosotros mismos, qué necesitamos, cuándo nos ponemos tensos, qué nos agobia, qué nos disgusta, cuál es el obstáculo que veo... (▼)
Trabajar al menos dos o tres días un propósito, aunque esto va a depender de muchos factores. Practicamos una o dos veces al día.
Cuando el propósito esté definitivamente conseguido pasamos a otro. Podemos verificar su consecución a través del test muscular (▼) aunque no es fundamental. Esta consecución nos abre la puerta, con frecuencia, a nuevos propósitos, pues muchos objetivos precisan, para ser alcanzados, varias reformulaciones subconscientes.
Reforzar lo que hemos hecho usando de vez en cuando propósitos de refuerzo como "todo lo conseguido se afianza en mí cada día más”.
El tiempo corre a nuestro favor, esto es, una vez integrado el propósito con el paso del tiempo se va haciendo más fuerte en nosotros. Cuando hayamos llegado a un punto en el que no encontremos propósitos reforzamos diariamente como se indica anteriormente.
(▶︎) Testar una afirmación:
Para verificar que una afirmación esté integrada en el subconsciente podemos testarlo. Ponemos los dedos como en las fotos de abajo. Una mano o un dedo hace fuerza sobre el otro tan fuerte como se pueda ( sin exagerar tampoco). Se realiza una afirmación cierta (p.ej.: “Me llamo…”) y se ejerce fuerza. Ese es el estado de aceptación. Luego se realiza una afirmación falsa y se ejerce fuerza. Ese es el estado de negación. A partir de ahí puede testarse la afirmación para ver si ha sido aceptada subconscientemente.
Este tipo de test se basa, como se ha visto a lo largo del blog, en la armonía mente-cuerpo y la expresión física de la actividad mental en su totalidad.
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