sábado, 25 de octubre de 2014
Tempestades cotidianas.
¿Cuál es el fin del método expuesto en este blog o de cualquier camino o terapia personal? Es muy seductor considerar que es un estado de beatitud y serenidad en la cual respondamos de forma optimista, alegre y tranquila a todo aquello que la vida nos traiga. Sin embargo, esto no es así, ya que nosotros mismos somos un cambio constante y las circunstancias nos pueden someter a difíciles encrucijadas. Más allá incluso, existe una inextricable unión entre nuestro entorno y nosotros de tal forma que la frontera entre ambos resulta ser ilusoria si se mira con detalle. En este cambio constante podemos decidir nuestra manera de responder -en constante fluir- con todo. Por ello, el objetivo que debemos considerar es afrontar con resiliencia, activa y creativamente, sin torturarnos y creciendo a los retos que la vida nos depare. Pilotar la nave no para que no existan las tormentas, sino para aceptarlas sin sufrir, saber responder a ellas y superarlas sin dolor. Ocurran tempestades en nosotros o en nuestro entorno.
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