Unificando todo lo expresado, y dándole un sentido global a lo ya publicado, tenemos lo siguiente:
Nos sentamos sobre el periné sin forzar. Entrelazamos las manos y cruzamos las piernas.
Cerramos o entrecerramos los ojos, nos quedamos unos segundos así y solicitamos permiso a nuestro subconsciente. Cuando sintamos que lo tenemos formulamos un propósito y lo vamos repitiendo hasta que sintamos físicamente que está integrado (sensación de bienestar, alegría, calma, visualizaciones o cualquier otra sensación que solo cada cual puede saber). En ese estado nos quedamos unos segundos.
Unimos las palmas de las manos a la altura del pecho y estamos unos segundos con esa sensación. Damos las gracias a nuestro subconsciente y salimos.
Es necesaria una sesión al día y trabajar unas tres sesiones cada propósito.
En este enlace está todo más detallado.
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