domingo, 30 de marzo de 2014

Qui no est mecum.

Qui no est mecum contra me est. Quien no está conmigo está contra mí, y el que no recoge conmigo, desparrama. Estas palabras del Nuevo Testamento (Mt, 12:30), radicales en apariencia, entroncan con el mensaje de Cristo allí expresado. En el contexto del blog, podemos emplearla para las disyuntivas que nos plantea nuestro compromismo con nuestro cambio personal. En efecto, andar un camino que implique un cambio de base de nuestras creencias y percepción del mundo y nosotros mismos, nos abre la posibilidad de una mayor facilidad en nuestra implicación total, coherente y efectiva con nosotros mismos y los demás. De esta forma nos habilitamos para afrontar el reto de vivir como creemos y no como nos dijeron que había que hacerlo. Este cambio efectivo de nuestro punto de vista -como vimos anteriormente- implica una nueva interacción con el mundo.
Por extensión, si el mundo es disonante tenemos dos posibilidades básicas: ser mundo o hacer mejor el mundo. La capacidad para reprogramarnos nos facilitará el compromiso más sencillo, real, coherente y efectivo con nuestros valores y, por tanto, mejorar nuestro entorno.

domingo, 23 de marzo de 2014

El sentido del karma.

Sobre el budismo existen corrientes e interpretaciones al igual que para toda doctrina filosófica, práctica o espiritual. Existe una vis más espiritual, otra más pragmática y otra más gnóstica, si se quiere, sin perder por ello su sentido práctico y personal. El karma, una palabra en boga y generalmente mal entendida, debería ser interpretada en la medida de los procesos psicológicos que implica la práctica meditativa. En esta línea y en la del blog, el karma no equivale a una reacción proporcional a la acción cometida. Veamos el porqué. La realización de una acción está enmarcada -como se ha estado viendo a lo largo de las entradas - en una visión programada del mundo y nosotros mismos. La capacidad consciente de elegir, a pesar de esa programación, es lo que determina ese acto y eso puede reforzar o mejorar esa visión, de tal forma que nos liberamos o quedamos más presos aún en una visión de todo que condiciona nuestras interacciones y, en tal sentido, nos puede proporcionar una cadena de sufrimiento o bien de liberación.

domingo, 16 de marzo de 2014

Cosas que nos cambian.

Cualquier camino debe contar con la plasticidad innata en el ser humano y el constante cambio de todo lo que nos rodea. Ambas cosas responden a una misma realidad: no somos por nosotros mismos en absoluto, sino un elemento más del todo que nos rodea, en constante interacción.
En este sentido, las diferentes circunstancias que nos acontecen de forma propia o en nuestro entorno nos marcan y nos hacen distintos y ese renacer o -en un sentido más poético- reencarnar, es la configuración de un nuevo ser, hijo del que antes fue. La visión de la vida de ese nuevo ser condiciona su realidad, en cuanto a que lo que vemos es más pensado que percibido y a que condiciona nuestras interacciones. 

sábado, 8 de marzo de 2014

Líneas maestras con sentido de método



Compilando y sintetizando todo lo visto podemos determinar unas líneas generales.

1. Postura: sentados sobre el periné con la espalda erguida y sin forzar. Hombros relajados. Alternativa: recostados con un cojín bajo las rodillas que pueda corregir cualquier anteversión pélvica. 

2. Extremidades: manos entrelazadas o unidas como en meditación Zen. Pies entrelazados. Podemos realizar un autotest como en el Psych-k para averiguar qué pierna cruzamos por delante de la otra.

3. Ojos: cerrados o entrecerrados mirando hacia abajo mirando en blanco a un punto unos 30-40 cm bajo nuestra barbilla

4. Entrada: nos fijamos un poco en nuestra respiración y solicitamos permiso al subconsciente. Si vemos que necesitamos solicitarlo de nuevo lo podemos hacer. Cuando notemos que nos lo da -está receptivo y no opuesto - empezamos a recitar el propósito.

5. Propósito : lo repetimos durante unos minutos. No importa si la mente divaga; volvemos al propósito otra vez. Cuando notemos una sensación de integración ( a través de las vías explicadas en la entrada de la PNL) pasamos a la siguiente fase. Si vemos que con el paso del tiempo no llega nos podemos detener unos segundo y reiniciarlo. 

6. Integrar el propósito: nos quedamos unos pocos segundos observando la sensación, imagen o sonido resultante y cruzamos las manos, palma sobre palma, a la altura del pecho y observamos unos segundos esa sensación. Damos gracias a nuestro subconsciente. 

7. Frecuencia del propósito: parece aconsejable que, al menos, se trabaje el propósito dos o tres sesiones.

8. Cuándo realizar la sesión: se debe hacer, al menos, una vez al día. La hora depende de cada cuál. Hasta una hora después de levantarnos es aconsejable puesto que estamos descansados, tranquilos y receptivos. Una vez conseguido el trabajo debemos seguir practicando diariamente para personalizar el método y adquirir soltura. 

9. Finalizar con el propósito: como ya se indicó anteriormente, cuando lo sintamos como real o testando la creencia como se hace en Psych-k.

10. Conforme se vayan consiguiendo propósitos es necesario realizar algunas sesiones continuadas para profundizar las creencias y/o extenderlas a toda la estructura de la personalidad.

11. Otras utilidades: meditar en torno a mantras o las propias percepciones.