Ya vimos en otra entrada la importancia de la postura como vía para acceder a la armonización de los hemisferios cerebrales. En este sentido están los mudras, las técnicas de meditación, yoga, el Método MIR, posturas orantes o Psych-k. En estas técnicas y en otras tantas se hace hincapié en la necesidad de unir y armonizar la postura de las manos para:
1. Crear sensación de protección, aceptación, confianza y tranquilidad.
2. Armonizar el tono muscular: ni demasiada relajación ni demasiada tensión.
3. Comunicar y equilibrar los hemisferios cerebrales.
4. Guiar la postura adecuada.
5. Guiar a la mente y al cuerpo a crear pensamientos y sensaciones.
6. Condicionar futuras respuestas fisiológicas.
7. Coadyuvar mediante una especie de sinestesia al punto 5.
lunes, 30 de diciembre de 2013
domingo, 22 de diciembre de 2013
Realismo constatativo
El gran psicólogo y teólogo alemán Eugen Drewermann plantea en muchos de sus libros la idea de que la Biblia, en general, y el Antiguo Testamento, en particular, usan figuras, metáforas, parábolas o ejemplos imbuidos de realismo constatativo, esto es, ejemplificar las consecuencias de nuestros actos no sólo para nosotros sino para las futuras generaciones. Así en su libro "Los Diez Mandamientos: entre el Precepto y la Sabiduría" plantea que "Dios se limita a describir lo que ya ha comenzado a
ser a resultas de la conducta del hombre. El castigo es la consecuencia lógica
de lo que sucede cuando ciertas cosas se hacen radicalmente mal."
Muchas veces nuestros traumas y dolores, nuestra programación autodestructiva y dañina, provienen de una herencia que recibieron nuestros padres, familia y sociedad: guerra, hambre, miseria, desesperanza, marginalidad... Por ello, nuestra labor con nosotros mismos es desentrañar, en tales casos, las claves de un tiempo, desanclar el peso del tobillo de nuestros antepasados y entender la intrahistoria que corre por las venas de la Historia, con mayúsculas.
Para terminar me permito mostrar un vídeo musical subtitulado del tema "The Final Cut" del disco homónimo de Pink Floyd (1983). En él el autor de la obra, Roger Waters, expone, en el contexto de la Guerra de las Malvinas, el dolor de los hijos de los combatientes en la II Guerra Mundial, y en el tema el sufrimiento y trauma presentes en todos ellos.
Muchas veces nuestros traumas y dolores, nuestra programación autodestructiva y dañina, provienen de una herencia que recibieron nuestros padres, familia y sociedad: guerra, hambre, miseria, desesperanza, marginalidad... Por ello, nuestra labor con nosotros mismos es desentrañar, en tales casos, las claves de un tiempo, desanclar el peso del tobillo de nuestros antepasados y entender la intrahistoria que corre por las venas de la Historia, con mayúsculas.
Para terminar me permito mostrar un vídeo musical subtitulado del tema "The Final Cut" del disco homónimo de Pink Floyd (1983). En él el autor de la obra, Roger Waters, expone, en el contexto de la Guerra de las Malvinas, el dolor de los hijos de los combatientes en la II Guerra Mundial, y en el tema el sufrimiento y trauma presentes en todos ellos.
viernes, 20 de diciembre de 2013
Ananda
Se atribuye a Buda una cita destinada a su primo y seguidor Ananda: "sed vos en vos mismo, oh Ananda, vuestra propia luz". Encarna tal recomendación un consejo básico para cualquier persona que inicia un camino de optimización, perfeccionamiento e, incluso, cambio: la necesidad de tener nuestro propio norte y criterio, fomentar nuestro diálogo interior y propioceptividad. En efecto, cualquier técnica, camino, procedimiento o vía que tomemos para tal fin ha de estar presidida por nuestro norte y la percepción de nuestras propias sensaciones y sentimientos, para ajustarla a nosotros y, sobre todo, para que se evite el peligro de la alienación, el seguir un camino que a otros les pudo servir, sin duda, pero que de no ajustarse a nosotros equivale a asumir tener ser como el otro, a interiorizar una ortodoxia que no es tal.
domingo, 15 de diciembre de 2013
El timo de ser positivo.
Hoy día muchos gurús de la autoayuda y de la asistencia clínica, incluso, hacen énfasis en ser positivo. La idea básica, grosso modo, consiste en forzarse, pese al
subconsciente, el entorno o el sentido común, a ver que hay algo bueno en casi cualquier situación, que
todo va a salir bien o que vamos a ser capaces de superar los problemas que nos afligen. La lógica nos hace ver, en primer lugar, que tal cosa no es así y que constituye un pensamiento psicopático considerar que solos, con la ayuda de vernos capaces de todo, vamos a superar todos nuestros problemas.
Pero, desde el punto de vista en el que está enfocada la labor de este blog, se obvia un aspecto crucial por parte de estos magos del pensamiento positivo: la programación subconsciente, el enfoque que genera y la retroalimentación de la que provee. Forzarnos contra ella supone condenarnos a un final que sea una lucha sin cuartel extremadamente desigual y que conllevará, en primer lugar, la pérdida del reverso positivo de nuestra personalidad -no su optimización- y, en segundo, una merma considerable en nuestra capacidad de resistir y nuestra resiliencia.
domingo, 1 de diciembre de 2013
Líneas maestras (II)
1. El acceso a nuestra mente
subconsciente y sus fórmulas debe hacerse de forma no invasiva, esto es,
contando con su función defensiva.
2. La mecánica del cambio debe articularse contando con la unidad mente-cuerpo, con actividades y/o posturas que impliquen armonía (no excesiva relajación) y una adecuada atención.
2. La mecánica del cambio debe articularse contando con la unidad mente-cuerpo, con actividades y/o posturas que impliquen armonía (no excesiva relajación) y una adecuada atención.
3. En esta situación de armonía podemos
aproximarnos a un estado de duermevela o de ondas theta que nos posibilite
emplear propósitos que dirijan nuestras creencias hacia una reprogramación del
subconsciente.
4. Debemos refrendar en un nivel consciente todos los cambios que hagamos. Para ello tenemos los pequeños cambios que impliquen a nuestro contexto: hábitos que, por muy insignificantes que parezcan, son como piezas del rompecabezas que hacen mutar las relaciones entre el resto y propiciar un posible cambio a gran escala.
4. Debemos refrendar en un nivel consciente todos los cambios que hagamos. Para ello tenemos los pequeños cambios que impliquen a nuestro contexto: hábitos que, por muy insignificantes que parezcan, son como piezas del rompecabezas que hacen mutar las relaciones entre el resto y propiciar un posible cambio a gran escala.
Un segundo más.
Es comúnmente conocido el dicho
de que la diferencia entre un hombre normal y un valiente es sólo aguantar un
segundo más. En un proceso de cambio, como hemos visto, es necesaria una
determinación consciente que acompañe a la técnica o técnicas a usar para
reprogramar el subconsciente. En efecto, tomar conciencia y dar una dirección
es esencial para vernos, descubrirnos, comprometernos y motivarnos. Enfrentar
sólo un poco más con entereza y determinación esa situación en la que sufrimos
nos proporciona todo ello.
La plasticidad del ser humano es
innegable. Hay un refrán que viene muy oportunamente al caso: “que Dios no nos
mande todo lo que podemos aguantar”. Ese segundo de más abre muchas puertas
dentro de nosotros.
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