Ir trabajando propósitos y/o ir insistiendo en ellos crea una ruta por la que transitamos. A lo largo de ella vamos encontrando creencias que son capitales por cuanto que tocan fundamentos de nuestra personalidad y/o nuestra visión del mundo. Aun consiguiendo reformular la creencia frecuentemente conviene insistir en estos nudos gordianos para conseguir un cambio profundo.