He aquí la cuenta que yo me hago:
En un mundo lleno de hipocresía, en el que se soslayan los crímenes más graves mientras tengamos lujos, en el que se consume compulsivamente a costa de la explotación salvaje de los excluidos, donde los marginados del mundo son la mayoría, donde se aplaude la destrucción del medio ambiente como progreso (cuando lo que en realidad lo que se jalea es nuestra propia tumba), un mundo en que vagamos sin rumbo cierto por el orbe, en el que el ser humano se reduce a una masa de carne con una relativa conciencia de sí, en el que se ansía un éxito más efímero que una vida, donde se ignora el mal de nuestro semejante como si fuese algo separado de nosotros; en un mundo así, digo, si opino muchas veces como la mayoría vivo en el más profundo de los errores.