El insight
se refiere a la capacidad de ver en nosotros nuestros sentimientos,
pensamientos, sensaciones y cogniciones. Se trata de una habilidad muy
importante para todos y que exige su práctica, que es bien sencilla, pero
exige cierta constancia, la cual –claro está – puede ser ayudada por el método
aquí expuesto.
La
manera de encontrar en nosotros puede ser propioceptiva (notar la reacción en
nuestro cuerpo, nuestras cogniciones, nuestras sensaciones a través de las tres
vías que ya vimos en la entrada de la PNL visual, auditiva y kinestésica) y/o cognitivo-verbal (qué siento, qué pienso, qué me molesta…).
El
insight nos va a ser muy útil a la hora de empatizar con nosotros mismos en
todo momento, esa coherencia y autenticidad de la que habla C. Rogers, ese ser
uno con la experiencia de la que habla el Zen . Pero, también, esa coherencia
nos va a llevar a empatizar más con los demás, a establecer una relación
auténtica, sincera y dinámica, a la compasión en el sentido budista del término
(sentir con).
Junto
a ello el insight nos va a ser útil a la hora de afinar los propósitos a
formular para reestructurar nuestra programación subconsciente.